Microsoft y la Comisión Europea (CE) están negociando una solución de compromiso para poner fin a ciertas prácticas del líder mundial del software informático que, tras casi cuatro años de investigación, el Ejecutivo comunitario considera flagrantemente contrarias a las reglas europeas de Competencia


Por: Agencias

Los servicios del comisario europeo de Competencia, Mario Monti, dan por sentado que la empresa de Bill Gates abusa de su posición dominante en el mercado de los ordenadores, al incluir Media Player, su programa para la descarga de archivos de audio y vídeo, en el sistema operativo casi universal Windows, y cerrar así el paso a rivales como RealNetwork.

También censuran que Windows esté diseñado para adaptarse mejor a los servidores de red que la propia compañía comercializa, que a los de programadores rivales como Sun, la primera compañía en denunciar las supuestas artimañas de Microsoft ante la UE.

El pasado miércoles, Monti, quien desde agosto pasado se muestra convencido de la culpabilidad de la empresa, confirmó al pleno del Parlamento Europeo que ya cuenta con "un proyecto de decisión" para el caso. Pero en los pasillos de la Eurocámara, reveló a los periodistas que no descarta negociar "una solución de compromiso que vaya en beneficio de los consumidores europeos", si bien insistió en que "el tiempo apremia", ya que la investigación se encuentra en su fase final.

Fuentes cercanas al dossier han confirmado la existencia de negociaciones con representantes de Microsoft a la busca de una solución de "interés común": en el caso de Microsoft, el interés reside en suavizar el castigo; en el de la Comisión, en evitar una judicialización del caso que prolongue penosamente su conclusión.

En virtud de las reglas comunitarias, la CE puede penalizar los abusos de Microsoft con una multa de hasta el 10 por ciento de su facturación anual, cerca de 3.000 millones de euros si se atiende al balance de la compañía en 2003.

Paralelamente, para poner fin a los prácticas anticompetitivas, el Ejecutivo comunitario podría obligar a Micresoft a desvincular el programa MediaPlayer del sistema Windows y, en el caso de los servidores de redes, a compartir parte de los códigos de programación de este sistema operativo con sus competidores para que éstos adecuen sus servidores de redes.

La perspectiva de estas reformas forzadas preocupa a los directivos de la compañía tanto o más que la ya onerosa sanción económica, por lo que su interés en negociar una decisión más moderada resulta evidente.

Por su parte, la Comisión busca una salida pactada para disipar el riesgo de que Microsoft recurra sus conclusiones ante el Tribunal de Justicia de la UE, algo bastante previsible si la CE optase por una decisión unilateral. El proceso judicial consiguiente podría prolongarse durante tres o cuatro años, en los que Microsoft mantendría en suspenso las medidas correctoras ordenadas por Bruselas, aduciendo su alto impacto económico.

En último término, Monti se expondría as recibir un nuevo varapalo judicial. En los últimos meses, el comisario italiano ha visto como los jueces europeos revocaban parte de sus multas contra cárteles

La Comisión Europea no tiene plazos oficiales para concluir este caso, pero insiste en que las pesquisas, que arrancaron en febrero de 2000, se encuentran en su tramo final. Las últimas declaraciones de Monti esta indican que el Ejecutivo comunitario ya no tiene dudas sobre la sustancia de las infracciones cometidas por Microsoft y sólo la posibilidad de un acuerdo amistoso retiene la publicación de su decisión definitiva.

Además, Monti tampoco parece dispuesto a negociar indefinidamente.

Formalmente, el regulador europeo de la Competencia sólo marca como limite el final de su mandato, el próximo noviembre. Pero su portavoz consideró esta semana como "excesivamente tarde" la previsión aventurada por el diario británico Financial Times de que la decisión se publicaría en mayo. La mayoría de analistas la sitúan ahora en marzo.