Investigadores israelíes se basan en el ADN para desarrollar un transistor que construye copias de si mismo. El paso siguiente será incorporar los transistores en un microprocesador completo.

“Estamos usando la biología para desarrollar una unidad electrónica que se autoreproduce”, declaró el Dr. Erez Braun, catedrático de física en la Universidad Haifa de Israel.

En los últimos años, los científicos han avanzado considerablemente en el desarrollo de componentes cuyo tamaño no supera al de las moléculas. Sin embargo, también han debido constatar que los procesos son demasiado lentos e ineficaces.

“Para crear un circuito es necesario encontrar un método que indique a las distintas moléculas la forma en que han de conectarse entre sí. Esto ha llevado a los investigadores a analizar la forma en que el ADN y las moléculas de proteína se conectan automáticamente en una configuración correcta”, escribe el periódico The New York Times.

Los resultados alcanzados hasta ahora representan un considerable avance y harán posible conseguir a futuro dispositivos electrónicos autorreproducibles, aseguran los investigadores israelíes.

Los científicos de la Universidad de Haifa están abocados al desarrollo de un “nanotubo” o moléculas cilíndricas de tamaño infinitesimal. El nanotubo consiste entonces de moléculas de proteína que se vinculan entre sí siguiendo el código del ADN. La cadena es entonces enlazada con oro, formando un tubo que dadas sus características pasa a convertirse en un transistor. El tubo recibe electricidad mediante campos magnéticos.

El próximo paso consistirá en conectar los transistores en un circuito que cumpla una función determinada.