Microsoft reveló ayer que ha ofrecido a doce gobiernos nacionales acceso al código fuente de Windows con el fin de hacerse con algunos lucrativos contratos en el sector público y obstaculizar la marcha imparable de su rival Linux.

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A principios de este año, Microsoft inició el denominado Government Software Program, que consistía en abrir el código fuente de su sistema operativo Windows a los gobiernos interesados en adaptar el software a sus necesidades con respecto a la seguridad de los sistemas. Microsoft ha revelado que doce países, incluyendo Austria, Rusia, China y Reino Unido participarán en el acuerdo, con otros 35 países pendientes de negociación desde el pasado mes de enero.

Lo cierto es que, cada vez más, los gobiernos están optando por incorporar Linux, el sistema de libre acceso, a sus redes informáticas, hecho que constituye una grave amenaza para la hasta ahora posición dominante de Microsoft. Linux, desarrollado por programadores voluntarios, se ha centrado principalmente en el mercado de los servidores, ordenadores centrales que facilitan el acceso a websites, correo electrónico y otros datos a los PCs. Actualmente Linux se ha incorporado en el 15% de todos los servidores que se han vendido en Europa, según la firma de investigación IDC.

La apertura del código de Windows era impensable hace algunos años, pero Microsoft se ha visto obligada a ello debido a la nueva tendencia en la industria del software que permite a los clientes adaptar los productos según sus necesidades. A partir de ahora, Microsoft permitirá a grandes compañías acceder, pero no cambiar, al núcleo del código fuente de los sistemas Windows 2000, XP y Server 2003. Las pequeñas compañías con menos de 1.500 PCs Windows no podrán contar con ese acceso.