La asociación representante de los grandes sellos discográficos, la RIAA, reveló el pasado miércoles que planea querellarse contra cientos de usuarios que distribuyen ilegalmente mp3 a través de las redes gratuitas, llevando de esta manera su campaña anti-piratería a millones de hogares.


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La RIAA ha asegurado que espera rebajar el intercambio de canciones online impidiendo la actividad de los mayores usuarios de servicios como Kazaa, y llevarlos a juicio acusándolos de daños y perjuicios y violación de la propiedad intelectual, pidiéndoles sumas de hast 150.000 dólares por cada caso. El anuncio de la RIAA, asociación que engloba poderosas empresas como AOL Time Warner y Sony, marca un nuevo camino en la batalla de la industria musical contra la piratería, que anteriormente se había centrado en el intento por todos los medios de cerrar los servidores de intercambio.

Actualmente los usuarios peer-to-peer copian más de 2.500 millones de canciones, películas y otros archivos cada mes, según cifras estimadas por la industria. También aseguran que este intercambio ha provocado una caída en las ventas entorno al 14% desde la aparición de Napster. La RIAA ya se ha enfrentado a universidades, empresas y otras instituciones con el fin de impedir que se intercambien archivos a través de sus redes.

El presidente de la RIAA, Cary Sherman, reveló sin embargo que había llegado el momento de dirigirse a los usuarios de manera individual, con el fin de localizar a los infractores mediante sus servidores ISPs. A partir de hoy mismo, los investigadores empezarán a contactar con aquellos usuarios que compartan sus colecciones de MP3. Aquellos que no intercambien los archivos, según Sherman, no serán apelados en un principio. La RIAA empezará a formalizar varios cientos de acusaciones particulares en un plazo de seis a ocho semanas. Aquellos usuarios que deseen evitar las acciones legales deberán cambiar la configuración de su software peer-to-peer con el fin de bloquear el acceso a sus discos duros o bien desinstalarlo por completo, declaró Sherman.

Las reacciones a esta decisión no se han hecho esperar. El presidente de Grokster, Wayne Rosso, ha asegurado que “la RIAA, con su infinita sabiduría, ha decidido no sólo alienar a sus propios consumidores, sino llevarlos a la quiebra mediante acciones legales”.