Intel ha comunicado un fallo en el modelo McKinley de la gama de procesadores para servidores Itanium 2, y se ha puesto en marcha para solucionarlo con los distribuidores del producto.


El bug del procesador está localizado en una parte del mismo que está en contacto con la electricidad, y que puede provocar caídas del procesador o reacciones imprevistas, según Intel.

Los usuarios de este procesador pueden solucionar el problema disminuyendo la velocidad de reloj del procesador, pasando de 900 MHz o 1 GHz a 800 MHz, pero antes de nada, deben contactar con su vendedor para determinar la mejor alternativa. En las pruebas realizadas por Intel, los fallos en el procesador no han sucedido ante una secuencia concreta de operaciones, sino que se han producido con procesadores aparentemente libres de fallos y sin ejecutar instrucciones determinadas.

El procesador McKinley se presentaba el pasado mes de julio como una solución a los modelos Itanium 2 con menos rendimiento, pero la respuesta de los usuarios no ha sido tan alta como se esperaba.