Microsoft ha retirado un parche de seguridad para Windows XP con Service Pack 1 después de recibir quejas acerca de la ralentización que provoca en los equipos.


La compañía está trabajando en un parche revisado que publicará cuando se haya completado y esté totalmente revisado, según ha comunicado en su boletín de seguridad MS03-013, publicado el miércoles.

Originalmente publicado el 16 de abril, el boletín de seguridad se refería a una vulnerabilidad de “buffer overrun” (desbordamiento de búfer) en el kernel de Windows que gestiona servicios clave del sistema, como la asignación de memoria y tiempo de procesador, así como la resolución de errores. Un fallo en el modo en que el kernel envía los mensajes de error a un depurador podría permitir a un atacante malicioso realizar cualquier actividad sobre el sistema vulnerable, como borrar datos, reconfigurar el dispositivo o modificar las cuentas y privilegios de usuario, según la advertencia de Microsoft.

Nada más emitir el parche, los usuarios de Windows XP empezaron a quejarse en foros online de problemas de rendimiento tras su instalación. Los afectados informaban de que Windows XP podía tardar 10 segundos o más en iniciar una aplicación. Al desinstalar el parche, todo volvía a la normalidad.

En la actualización de su boletín de seguridad, Microsoft reconocía estos problemas, aunque afirmaba que los clientes que tengan Windows XP con Service Pack 1 deberían aplicar el parche a modo de protección hasta que esté lista la nueva versión revisada. La compañía también ha anunciado que publicará un artículo en su base de conocimiento en el que se describe qué factores producen ralentizaciones cuando se combina el sistema con el parche y qué se puede hacer para reducir el impacto de la ralentización.