El grupo Neo Project ha anunciado su intención de acceder al código principal de seguridad de Xbox utilizando técnicas de computación distribuida, de manera similar al proyecto "Seti@Home" (cuyo objetivo es encontrar signos de vida extraterrestre utilizando millones de ordenadores conectados a través de Internet). Para ello, el grupo ha iniciado la "Operation Project X" que persigue descifrar el código de encripción de 2.048 bits incluido en la consola Xbox, una tarea que, según los especialistas, podría tardar años en dar resultados. El iniciador de este proyecto, Mike Curry, comentó al respecto que ha consultado el asunto con sus abogados y que confiaba en que esta iniciativa fuera considerada como un proyecto de investigación educativa, ya que "no violaremos realmente la ley hasta que descifremos el código."

El interés de estos hackers no es puramente filantrópico, ya que responde a la recompensa de 100.000 dólares ofrecida por Michael Robertson, CEO de Lindows, a aquel que consiga ejecutar Linux en la consola de Microsoft. Sin embargo, de todos es conocido el rechazo del gigante de la informática a este tipo de iniciativas y su particular cruzada para combatir, por todos los medios, cualquier intento de hackear su consola, llegando incluso a hacer incompatible el servicio Xbox Live con aquellas consolas a las que se les ha instalado modchips.