Un equipo de los laboratorios Kaspersky ha concluido un trabajo por el que afirman que el virus Stuxnet es solamente una de las cinco armas creadas desde una misma plataforma desarrollada en el año 2007. La investigación concluye que tres de ellas aún no han sido liberadas.

Es más, la firma de seguridad computacional rusa ha hablado a través de su director de investigación Costin Raiu afirmando que todas ellas trabajan en forma de módulos de software (al estilo LEGO según sus palabras). Estarían diseñadas para encajar y unirse con las funciones que tienen el resto, cada una de una forma muy diferente.


Raiu habló hace unas horas para Reuters explicando los hallazgos conseguidos esta semana. A las ya conocidas Stuxnet (el virus que atacó la planta en Irán) y Duqu, el troyano diseñado para pasar información de documentos en Europa, habría que sumarle tres más que aún no han sido lanzadas.

Según cuenta el director, estos virus pueden llegar a ser más sofisticados que los dos anteriores ya que los desarrolladores del mismo podrían construir otro conjunto de armas cibernéticas con sólo unir o agregar módulos.

Kaspersky ha denominado a la plataforma bajo el seudónimo de “Tilded” por la relación de símbolos que han encontrado en los archivos de Duqu y Stuxnet. Bajo esta premisa creen que se habrían desarrollado en estos momentos hasta tres nuevas armas:

Es como un juego Lego. Puedes armar cualquier cosa con sus componentes; un robot, una casa o incluso un tanque.

Lo que habían encontrado no se trataba de ningún tipo de software nocivo, aunque aseguran que los componentes que comparten Stuxnet y Duqu muestran con un grado alto de certeza que existen al menos otros tres.

En cuanto a la fecha de construcción de la plataforma, Kaspersky habla del 2007 ya que el código instalado fue compilado a partir de un dispositivo con Windows que data del 31 de agosto del 2007.

Eso sí, no han querido dar nombres ni fuentes de posibles responsables de las armas cibernéticas (siempre se ha pensado que Stuxnet fue creada por Israel y Estados Unidos aunque ambos lo han negado). El Pentágono tampoco ha querido comentar sobre el informe de la firma.

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