Las autoridades de Siria han impedido el acceso a Internet en todo el país este viernes, una jornada durante la que se han llevado a cabo manifestaciones multitudinarias contra el Gobierno del presidente Bashar al Assad, algunas de las cuales han sido duramente reprimidas.

La agencia de noticias Syria-News ha informado de que "el Gobierno sirio ha cortado la conexión a Internet (3G, DSL, por marcación) en toda Siria, también en las instituciones gubernamentales". Además, una bloguera ha confirmado la noticia desde Damasco a través de la red social Twitter y ha dicho que es la primera vez que ocurre algo así, y un gráfico de Google sobre el tráfico en la red muestra una caída drástica este viernes.
Aunque esta medida de las autoridades dificulta enormemente la capacidad de los manifestantes para comunicarse entre sí, se pueden publicar contenidos 'online' usando el teléfono móvil.
En este país, Internet siempre ha estado controlado, hay decenas de páginas web a las que no se puede acceder y Facebook y YouTube estuvieron prohibidos durante una temporada, pero nunca se había cortado la conexión en todo el territorio nacional, según el diario estadounidense 'The Washington Post'.
Este viernes han salido a las calles de Siria unas 50.000 personas para recordar a los niños que han muerto a manos de las fuerzas de seguridad durante la represión de las protestas. Esta semana se ha podido ver en YouTube y otras webs un vídeo en el que aparece el cadáver de Hamza Ali al Jateeb, un niño de trece años presuntamente torturado por las autoridades.
Los manifestantes han expresado su indignación por la muerte de otros 73 niños desde que comenzaron las protestas, el pasado enero, según datos de los Comités de Coordinación Local de Siria, un grupo que se formó a raíz de las revueltas y que cifra en más de 1.100 las víctimas mortales, entre menores y adultos. Siete de esos niños han perdido la vida esta semana.
Los niños tenían entre cuatro y doce años y fallecieron por distintas causas, como al sufrir el impacto de obuses cuando iban al colegio o al recibir disparos en sus casas mientras se llevaban a cabo manifestaciones.

FUENTE:REUTERS