Lo pronosticábamos hace pocos meses en Genbeta, las direcciones IPv4 se estaban terminando. Con la asignación de los últimos cinco bloques que IANA ha repartido entre las cinco regiones del mundo, el pozo se agotó y esto marca un hito en la historia de Internet.

El reparto ha sido proporcional entre ARIN (América del Norte), LACNIC (América latina y algunas islas del Caribe), RIPE NIC (Europa, Oriente Medio y Asia central), AfriNIC (continente africano) y APNIC (Asia del Este y región del Pacífico). Con las direcciones asignadas tenemos hasta septiembre, después… IPv6.

El espacio de direcciones IP proporcionado por IPv4 es de 32 bit (4.294.967.296 direcciones IP). IPv6 es un espacio de direcciones de 128 bit, que traducido en número de direcciones, resulta una cifra astronómica (340 sextillones de direcciones IP). Cuando se ideó IPv4, 4.300 millones de direcciones IP parecían suficientes en la década de los 70, pero esta semana se han agotado.

Hay varias razones para que esto haya ocurrido. Por una parte, sólo el 14% de las direcciones IP se utilizan de forma efectiva. Las asignaciones no se han realizado de forma óptima en el pasado, en especial en la década de los 80, en aquellos años Internet no estaba extendido más allá de los ámbitos científicos, universitarios y gubernamentales.



Por otra, la pujanza de las economías emergentes, en especial Asia y zona del Pacífico, que han demandado de forma creciente nuevas direcciones, y finalmente el crecimiento sin precedentes de las terminales móviles que han revolucionado el concepto de conectividad.

El problema fundamental es que IPv4 e IPv6 son incompatibles. Las direcciones IPv4 están formadas por 4 grupos de números cuyo valor más alto es 255 (ejemplo: 195.235.113.3) y las correspondientes a IPv6 constan de ocho grupos de cuatro dígitos hexadecimales que se pueden comprimir si algún grupo es “nulo”.

El esfuerzo del cambio va a recaer en los proveedores de servicios de Internet, los operadores de red y los grandes portales. Algunas agencias gubernamentales en Estados Unidos ya han implantado IPv6. El usuario doméstico no debería notar nada, aunque a medio plazo tal vez necesitemos cambiar el router.

La solución a muy corto plazo es el uso de NAT (Traducción de Dirección de Red). Muchas grandes corporaciones e ISPs saldrán adelante en los meses siguientes con este sistema, pero la solución definitiva es la implantación generalizada de IPv6. Afortunadamente los sistemas operativos modernos y en particular los que equipan los terminales móviles, soportan IPv6.


Fuente: http://www.genbeta.com/actualidad/las-ultimas-direcciones-ipv4-se-han-agotado-ipv6-es-la-solucion

Actualización: A propósito de la “incompatibilidad”. Pensando en la red interna de nuestra casa o de una pequeña empresa, la decisión es montar la red interna con IPv4 o IPv6, el router se encarga de gestionar y direccionar entre ambos tipos de redes. El umbral de convivencia IPv4 e IPv6 es de 20 años. Por el momento, en pequeños ámbitos no necesitamos cambiar nada.