El dueño de un gimnasio de Trujillo ha sido condenado a pagar 1.400 euros por poner música durante las clases de aerobic. El propietario fue grabado con una cámara oculta por un detective contratado por la misma Sociedad General de Autores.

La SGAE se presentó en el gimnasio Ibuki de Trujillo donde pretendía demostrar que en el local se utilizaba música, e incluso mantuvo una conversación con el dueño intentando obtener una declaración que le autoinculpara.
El juez ha rechazado estas imágenes por irrelevantes, pero ha condenado al gimnasio a pagar 1.400 euros. Los propietarios alegan que estas músicas son de uso libre y se quejan de la multa. Demasiado dinero dicen, para un humilde local de una pequeña localidad..
La SGAE afirma que estas tarifas están fijadas desde el año 1987 y que en España ya hay 3.000 gimnasios que mensualmente pagan. Pero sus cobros siguen generando polémica como cuando David Bisbal dio un concierto gratuito en favor de Juanma, un niño de cinco años enfermo. La SGAE exigió el 10% de la recaudación. O cuando quiso cobrar 95 euros a unos alumnos de un instituto de la Coruña por interpretar una obra de Lorca. El próximo frente son las peluquerías catalanas. Se han negado a pagar una cuota por poner música en sus locales mientras peinan a sus clientes.



FUENTE:Antena3