Un grupo de investigadores de Cryptography Research han descubierto otra manera de que nuestra información personal esté al alcance de los hackers.

Investigadores de seguridad han descubierto la manera de robar las claves criptográficas utilizadas para cifrar las comunicaciones y autentificar a los usuarios de los dispositivos móviles midiendo la cantidad de electricidad consumida o las emisiones de radio frecuencia.

El ataque, conocido como Análisis de Potencia Diferencial, DPA por sus siglas en inglés (differential power analysis), se puede utilizar para apuntar a una víctima inocente tanto utilizando un equipamiento especial que mida las señales electromagnéticas emitidas por los chips que hay dentro del dispositivo, o adjuntando un sensor a la batería del terminal. Al menos esto es lo que ha explicado Benjamin Jun, vicepresidente de tecnología en el Cryptography Research, que licencia tecnología capaz de ayudar a las compañía a impedir el fraude, la piratería y la falsificación.

Se puede utilizar un osciloscopio para capturar las señales eléctricas o las emisiones de radiofrecuencia y los datos se pueden analizar de forma que los picos y los baches se puedan correlacionar con una actividad específica en torno a la criptografía, explica Benjamin Jun, que está convencido de que alguien, con el equipamiento adecuado, podría robar la clave criptográfica de un dispositivo que esté a tres metros en un café en pocos minutos. El atacante podría replicar la clave con la información obtenida y utilizarla para leer el correo electrónico de la víctima o hacerse pasar por el usuario en transacciones online sensibles.

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