En el 2004 empezó la gestación de este nuevo estándar de conexión inalámbrica y 5 años después ha sido ratificado para su uso por el IEEE. ¿Cuáles son las bondades de esté recién nacido?

Teóricamente, tendría capacidad de conexión de 600 Mbps (ojo, son megabits, no megabytes). Esto en la práctica podría reducirse a 300 Mbps, lo cual ya supera por 3 a la de las actuales redes inhalámbricas con sólo 100 Mbps. Una diferencia interesante entre esta y de las otras versiones de Wi-Fi es que puede trabajar en dos bandas de frecuencias: 2,4 GHz (la que emplean 802.11b y 802.11g) y 5 GHz (la que usa 802.11a). Gracias a ello, 802.11n es compatible con dispositivos basados en todas las ediciones anteriores de Wi-Fi. Además es útil que trabaje en la banda de 5 GHz, ya que está menos congestionada y permite alcanzar un mayor rendimiento.


Para Octubre se espera tener el documento técnico provisto por el IEEE, para poder tener una mejor idea de lo que se viene. Uno de los problema que se tiene es que en presencia de hot-spots o routers del tipo (a/b/g) reducirá su capacidad para adaptarse a la tecnología anterior. Para actualizar sus equipos no es necesario comprar nuevos, sólo actualizando su firmware.

Fuente: Tecnodatum