Hola:

En “La Vanguardia” (http://www.lavanguardia.es/web/20020519/23841564.html ) se hace la pregunta ¿Podemos prescindir de la energía nuclear?

La respuesta resulta ambigua: Hoy en día, tecnológicamente, sí es posible prescindir de la energía nuclear, pero renunciaríamos al desarrollo de una fuente energética que puede cubrir una parte importante de las necesidades futuras de energía.

La energía nuclear para producción de energía eléctrica ha contribuido de manera importante al abastecimiento de las necesidades energéticas mundiales. Un abandono progresivo de la energía nuclear, agotando la vida útil de las centrales nucleares actualmente en funcionamiento, implicaría una disminución progresiva de la capacidad nuclear, que desaparecería en el año 2045. Sin embargo, hasta entonces, el sector nuclear debería mantener y mejorar su tecnología para la gestión de las centrales, su clausura y desmantelamiento, el almacenamiento final de los residuos radiactivos y, por qué no, tener la capacidad para afrontar una posible reactivación del sector.

La energía nuclear debería ser sustituida por fuentes energéticas alternativas. Las energías renovables (solar, eólica, biomasa, hidráulica, etcétera) deberían incrementar fuertemente su contribución al abastecimiento energético mundial con valores de competitividad equivalentes a las fuentes energéticas de origen fósil (carbón, fuel, gas). Con la tecnología actual, la mayor parte de esta energía sería sustituida por centrales de combustibles fósiles. A corto plazo, las centrales de gas natural sustituirían la energía nuclear, con incrementos importantes en la demanda de gas natural (un 65% en el año 2050 respecto a la actual). A largo plazo, las centrales de carbón con diseños avanzados de baja emisión de CO2, junto con energías renovables, deberían suplir la deficiencia energética.

Un incremento en la demanda de combustibles fósiles tendría repercusiones importantes tanto en la inseguridad del abastecimiento (por su dependencia externa) como en el incremento de los precios. Desde el punto de vista medioambiental, el mayor consumo de combustibles fósiles produciría un incremento importante en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

La realidad del cambio climático ha llevado a los países a tomar medidas para limitar las emisiones de GEI. El objetivo final de es-tas medidas es alcanzar una estabilización de la concentración de GEI en niveles que no haga peligrar el desarrollo sostenido. Estas limitaciones deberán ser tanto más severas cuanto más se retrasen las actuaciones en el tiempo. Hacia el año 2010 los países del anexo I (países desarrollados) del protocolo de Kioto deberían cumplir los objetivos fijados de limitación de emisiones. En los países con centrales nucleares, la energía nuclear contribuirá en gran medida a alcanzar su objetivo. Sin embargo, los países al margen del anexo I, con los incrementos esperados de demanda energética, tendrán hacia el año 2050 emisiones de GEI superiores a las de los países desarrollados.

Los procesos de innovación y desarrollo tecnológicos serán cruciales en los próximos años para cualquier política energética coherente con el desarrollo sostenible. Las energías renovables deberían llegar a ser realmente una alternativa de las energías convencionales. Es necesario hacer un mayor esfuerzo en la investigación de las energías renovables, ya que a pesar de sus grandes potenciales energéticos, los factores de rendimiento y eficiencia energética actuales son muy bajos.

El abandono o no de la energía nuclear dependerá del nivel de aceptación social que se consiga. Esta aceptación se puede conseguir mejorando los niveles de seguridad con los futuros reactores avanzados, solucionando definitivamente el tratamiento de los residuos radiactivos, eliminando el problema de la proliferación nuclear y mejorando su viabilidad económica. Renunciar a la energía nuclear tendría realmente repercusiones importantes, y para tomar esta decisión habría que considerar la sostenibi-lidad del sistema energético y, en toda su extensión, el futuro desarrollo sostenible.

Saludos