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En http://www.elmundo.es/ariadna/2002/92/1020928320.html se anuncia La televisión por fin es inteligente.

Puede ser la puntilla para la televisión convencional. Un aparato que permite personalizar absolutamente la programación de televisión, grabar en su disco duro, compartir lo grabado por Internet e incluso saltarse la publicidad. El equipo se comercializará en España este verano.

Imagine usted un equipo que concentra un reproductor de todos los formatos de vídeo digital, lector de música (MP3, CD, WMA) y todas las prestaciones de Internet (correo electrónico, chat, servicios on line...) y todo ello acompañado de un disco duro que le permite almacenar –y ver cuando usted quiera– todas esas cosas. El aparato en cuestión se llama InOut TV, y promete convertirse en el futuro de la televisión, que ya no será nunca más una ‘caja tonta’.

En España, el dispositivo se empezará a comercializar en septiembre de la mano de Tech Foundries a un precio aproximado de 1.000 euros. Pero no será, a buen seguro, el único. Quiero TV ya lo prometió para sus abonados hace un año, y Canal Satélite estudia incluir un sistema similar en sus nuevos descodificadores. Se trata de poner la programación de verdad en la mano del usuario. O lo que es lo mismo, el remate definitivo a la malograda televisión interactiva y la puerta abierta a la tele personalizada.

Las aplicaciones prácticas son innumerables. ¿Que llega a casa con la película que había dejado grabando ya empezada? Basta con apretar el Play y comenzar a ver el programa mientras el resto se almacena en el disco duro. ¿Qué no quiere ver los anuncios? Es tan sencillo como adelantar la programación unos segundos.

TELE A LA CARTA.
La idea de este tipo de set top boxes no es nueva. En el otoño de 2000, dos empresas estadounidenses empezaron a comercializar un producto muy parecido al que se denominó Digital Video Recorder (DVR): Tivo y Replay. Apenas dos años después han vendido 700.000 unidades y se ha convertido en el aparato que ofrecen las más importantes cadenas de televisión por cable o satélite.

Pero... ¿qué es lo que diferencia a este vídeo de cualquier otro moderno reproductor de los que se encuentran en el mercado? Que tiene un disco duro y acceso a la Red. Esta sencilla diferencia puede marcar un antes y un después en la concepción de la televisión como entretenimiento. El InOut TV tiene un espacio de almacenamiento que permite grabar 40 horas, el equivalente al tiempo que una familia pasa delante de la caja tonta durante 10 días.

Técnicamente, los aparatos que ahora llegan a España no son nada del otro mundo. Los vídeos digitales pueden almacenar entre 14 y 60 horas de vídeo en formato MPEG (el estándar de compresión digital que utilizan Vía Digital o Canal Satélite Digital, además de las diversas compañías de cable). Es tecnología perfectamente ordinaria, en muchos sentidos menos compleja que la de un magnetoscopio de cinta convencional. El secreto está en la comodidad de su manejo y en las prestaciones que ofrece el sistema.

Pero la guinda del asunto no está sólo en la cantidad de posibilidades de la televisión a la carta que se abren con los DVR, sino en los servicios de suscripción, joya de la corona en la que Tech Foundries pretende basar su servicio. Lo que venden estas compañías no es sólo un aparato: es también la suscripción a un servicio que permite la personalización de la programación, de forma que el DVR grabe sólo los programas que al usuario le suelen interesar, o le avise por teléfono cada vez que haya algún programa de su interés.

Cada noche, el aparato se conecta a Internet y descarga la programación de todas las cadenas de televisión del mercado (para hacerse una idea, basta saber que en España se emiten 2.400 programas al día). A la mañana siguiente, el dispositivo presenta una lista de programación en pantalla, y seleccionar lo que se desea ver es tan fácil como pulsar una tecla. El espectador puede elegir lo que quiere ver a la hora en que lo quiere ver, destrozando los esfuerzos de los programadores televisivos por ajustar la programación y los anuncios a sus datos demoscópicos.

Además, el cliente también tendrá acceso a servicios on line como banca, comercio electrónico o chat de los ya habituales en las plataformas de satélite, y productos más extraños en la oferta televisiva española, como la descarga de películas en pay per view (sin ningún tipo de horario), descarga de música en formato MP3, juegos en red, y hasta un canal especializado de anuncios. Todo a la carta, y esta vez de verdad, al gusto del consumidor. Y en un sólo aparato.

¿Nos apuntamos

Saludos