Jerome Niedermeier, Magistrado Juez del Tribunal Federal de Vermont (Estados Unidos), acaba de dictar un auto donde afirma que las fuerzas de seguridad no pueden obligar a un detenido a revelar su frase contraseña, porque tal revelación iría en contra de su derecho constitucional a no autoinculparse, protegido en ese país por la Quinta Enmienda.

El documento, que puede crear jurisprudencia, ha sido dictado en el caso de Sebastien Boucher, acusado de almacenar abundante pornografía, adulta e infantil, en una unidad de su portátil cifrada mediante PGP.

Al parecer, en el momento de su detención un agente pudo observar "miles de ficheros" y Boucher reconoció -presuntamente- haber descargado a su portátil pornografía infantil. Sin embargo, tras ser detenido, los agentes procedieron a apagar el portátil. Una semana después, cuando un funcionario judicial trató de acceder a las imágenes, se encontró que la unidad en cuestión estaba cifrada, tal vez porque Boucher la había configurado para autocifrarse transcurrido cierto período de tiempo sin acceder a ella...

El tema de si un acusado puede ser obligado a revelar su contraseña de cifrado viene siendo objeto de debate jurídico en Estados Unidos desde hace años. Mientras los partidarios del sí alegan que el acceso a una unidad de disco, un fichero o una carpeta cifrada no se diferencia del acceso a una caja de seguridad, que también pudiera contener pruebas incriminatorias, los partidarios del no (la tesis que también parece sustentar el juez Niedermeier) afirman que la contraseña de cifrado no es una simple llave, sino algo que existe en la mente del acusado, por lo que sus derechos más íntimos como individuo han de estar por encima de cualquier otra consideración.

Fuente: Kriptopolis