Dios... me partia mientras lo leia... pobre hombre...


Tenía la voz de una mujer, no del hombre titular de la cuenta. Graham O'Brien fue durante unas horas un cliente sospechoso para el Halifax Bank, del que era cliente y al que llamó para obtener información sobre sus últimos movimientos.

Una llamada de O'Brien provocó, no sólo no disponer de la información requerida, sino que su cuenta quedase bloqueada y que él mismo tuviese que desplazarse hasta la sede central del banco, en Manchester para corroborar su identidad

El incidente no quedó ahí. O'Brien pasó por lo mismo cuatro días después y ahora el afectado asegura que su paciencia se ha agotado y ha anunciado acciones legales contra la entidad.


Fuente: 20minutos.es

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