El presidente chino, Hu Jintao, ha lanzado una campaña para eliminar el contenido "malsano" de la creciente presencia de internet en el país, y convertir la Red en la plataforma de lanzamiento de la doctrina del Partido Comunista, informó la televisión estatal.

El Politburó del partido, presidido por Hu, trató la limpieza de internet, según la cadena de televisión, y prometió situar este medio poco controlado bajo unos criterios propagandísticos mucho más firmes.

"El desarrollo y la administración de la cultura de internet debe ser fiel a la dirección de la cultura socialista avanzada, adherirse a la orientación de propaganda correcta", dijo un resumen del encuentro leído en las noticias.

"Las unidades culturales de internet deben asumir de manera consciente la responsabilidad de fomentar el desarrollo de un sistema con los principales valores socialistas".

Este anuncio deja claro que Hu quiere un control mayor de la Red mientras se enfrenta a una serie de dificultades políticas e intenta gobernar sobre una generación de jóvenes chinos para los que la revolución socialista de Mao Tse Tung es una aburrida clase de historia.

La reunión pidió "consolidar el estatus de guía del marxismo en el campo ideológico", y solicitó más educación marxista en Internet.

La situación de internet

Los usuarios de Internet en el país crecieron el año pasado en 26 millones, un 23,4% interanual, con lo que ya alcanza los 137 millones, según las estimaciones de las autoridades chinas.

Este mercado lucrativo ha atraído a grandes inversores como Google y Yahoo, que han sido acusados por grupos de defensa de los derechos humanos de acatar la censura china.

A pesar del amplio sistema de filtros y censuras que bloquea a la mayoría de los usuarios del acceso a páginas que ofrecen noticias y opiniones sin censurar, en la Red también se filtran noticias de malas gestiones públicas y opiniones de disidentes mediante tablones virtuales y 'blogs'.

Las autoridades también han llevado a cabo repetidas operaciones contra la pornografía y los contenidos lascivos.

Fuente: REUTERS