Ha sido invitado por la empresa creadora del juego para detectar posibles irregularidades. El FBI no se ha pronunciado, aunque la mayoría de abogados cree que el negocio es ilegal.

“Habíamos invitado al FBI varias veces para que echasen un vistazo en Second Life y que planteasen cualquier duda que tuviesen, y sabemos que al menos en una ocasión los agentes federales visitaron el casino virtual”, dijo Ginsu Yoon, hasta hace poco consejero general de Linden Lab y ahora vicepresidente de asuntos comerciales.

Second Life es una popular comunidad virtual con millones de usuarios registrados y con su propia economía y moneda, conocida como Linden dólar, que puede cambiarse por dólares estadounidenses.

Yoon afirmó que la empresa buscaba orientación en cuando a las apuestas virtuales pero que aún no había recibido reglas claras por parte de las autoridades estadounidenses.

El FBI y la oficina del abogado del estado de California declinaron realizar comentarios.

En Second Life cientos de casinos ofrecen la posibilidad de jugar al póquer, a las máquinas tragaperras, y al blackjack. Mientras es difícil estimar la cantidad total de dinero que mueven las apuestas en la comunidad virtual, los tres casinos de póquer más importantes tienen unos modestos beneficios de 1.500 dólares (unos 1.120 euros) mensuales, según sus propietarios y gente cercana a la industria.

La aparición de las apuestas en Second Life coincide con las estrictas medidas impuestas por el gobierno estadounidense en el mundo real, arrestando a ejecutivos de páginas de juegos en Internet de fuera del país.

Brent Britton, un abogado especializado en tecnología del bufete Squire, Sanders & Dempsey, dijo que Linden Lab podría a enfrentarse a una acusación delictiva según la ley de juegos ilegales de 1970 o la ley de ejecución de los juegos ilegales en Internet, del año pasado y que se dirige a las empresas de tarjetas de crédito y otras transferencias electrónicas de dinero que permiten que se realicen apuestas online.

Las normas de Linden Lab prohíben las actividades ilegales.

“Para nosotros no está claro si la simulación en tres dimensiones de un casino es lo mismo que uno real, legalmente hablando”, agregó Yoon.

FUENTE: ELPAIS