Este dato nos obliga tener un mayor conocimiento sobre estos indeseables; pues muchas veces son los responsables de que los equipos de las empresas no funcionen como deberían. Así que es importante saber identificarlos.

El spyware lo podemos dividir en tres tipos: el spyware propiamente dicho, el PUP y el adware.

El spyware original es aquel que recopila información sobre los hábitos del usuario (páginas visitadas, búsquedas, etc.) pero no obliga a ver ninguna publicidad. Este representa un 6,53% de las detecciones.

Los PUP (Potentially Unwanted Program, programas potencialmente no deseados) no son precisamente spyware, pero se clasifican juntos por su semejanza. Los PUP se instalan en los equipos sin nuestro conocimiento e impiden el uso correcto de los mismos. Estos representan un 26,12% de las detecciones.

El adware se caracteriza por desplegar publicidad en las computadoras infectadas mediante ventanas emergentes (pop-up), banners y otros métodos, que siempre son no solicitados.

El spyware más activo es el llamado Gator. Se trata de un adware malicioso que ofrece el uso gratuito de un programa; pero a cambio obliga a ver ciertos mensajes publicitarios. Algunas versiones sustituyen los banners publicitarios de las páginas visitadas por otros creados por él mismo.

LOP se llama un intruso que está teniendo mayor presencia en los equipos. Este bandido informático se caracteriza por instalar una ventana de búsqueda en el Internet Explorer; mostrar ventanas publicitarias cada cierto tiempo y por crear accesos directos a páginas que coloca en el Escritorio y en los Favoritos del navegador.

MyWebSearch es un PUP que está situado en el tercer lugar de los más invasores. Este añade una barra de búsqueda al Internet Explorer y solo proporciona resultados de ciertos motores de búsqueda y a su conveniencia.

El peligro de estos programas es que muchos de ellos no resultan ser molestos. Algunos hasta llegan a confundirse con herramientas; pero muchos solo buscan descargar troyanos u otros malwares con el fin de obtener datos confidenciales del usuario y, por ende, de la empresa.

La detección de estos intrusos puede ser pasada por alto por algunos programas antivirus. Entonces, se hace necesario la educación de los usuarios para que aprendan a detectar comportamientos sospechosos en las máquinas. Esta es una tarea humana que no se puede delegar al hardware y el software de la empresa.

En resumen, de lo que se trata es que los equipos sean para el trabajo de su empresa. No para que otras lo hagan por medio de la suya.

Fuente: CAPITAL FINACIERO