Viajas en un avión militar norteamericano que transporta discos duros con información clasificada muy importante cuando tu avión colisiona con uno enemigo y se ve forzado a aterrizar en tierra hostil. No hay tiempo para borrar los archivos y los discos están protegidos por resistentes cubiertas de acero que los hacer difíciles de destruir. Tienes unos pocos minutos hasta que te encuentren, cojan los discos y traten de encontrar el más mínimo resto de información utilizable. ¿Qué haces?


Mickael Knotts, un investigador científico del Instituto de Investigación Tecnológica de Georgia, tuvo que enfrentarse a este problema cuando un avión estadounidense colisionó con uno chino y fue obligado a aterrizar cerca del departamento de inteligencia de ese país hace cuatro años. A petición de la compañía L3 Communications, Knotts y un grupo de investigadores debían desarrollar un método para borrar discos duros rápidamente pasándolos a través de un mecanismo con un potente imán en su interior.

Knotts explica que este dispositivo, denominado Guardian dog o “Perro guardián” por los investigadores, no necesita electricidad y tiene suficiente potencia para superar la protección de las cubiertas de acero contra campos magnéticos. “La Agencia de Seguridad Nacional tiene que destruir unos 30.000 discos duros al año –explica Knotts- y normalmente lo hacen reduciéndolos a polvo o desmagnetizándolos con un gran electroimán. Estos métodos no funcionan cuando hay poco tiempo para hacerlo”.

Aunque hay “destructoras” de software como Norton WipeInfo que pueden borrar y sobrescribir los archivos varias veces para asegurarse de que no puedan ser leídos de nuevo, no son lo suficientemente potentes o rápidas para las aplicaciones militares. Estos programas tardan horas en borrar un disco, según Knotts, y puede que dejen algún pequeño rastro de datos. “La mayoría de herramientas para borrar discos dejan algún tipo de resto –afirma-. Cuando una parte de un disco duro se vuelve inestable, la unidad automáticamente desactiva el acceso a esa región. Todos los programas, incluyendo los ‘destructores’, se saltan esos sectores y por tanto no eliminan los datos que puedan haber quedado ahí. Teóricamente –dice- un investigador con suficientes conocimientos podría encontrar esos sectores y conseguir leerlos, poniendo al descubierto información que podría ser vital”.

El Perro guardián destruye todos los datos del disco, incluso los que se encuentran en áreas que los ordenadores no pueden leer, y puede borrar cualquier tipo de unidad magnética: cintas VHS, cintas DAT, discos ZIP y similares, etc. Aunque los CD quedarían a salvo de esta destrucción, Knott dice que se pueden destruir fácilmente utilizando una herramienta que “lije” la cubierta de plástico y destruya el sustrato de aluminio que hay debajo.

Aunque este sistema será probablemente muy caro para usuarios individuales, Knotts cree que L3 podría fabricar cientos o miles de dispositivos para vendérselos a gobiernos y agencias, e incluso a compañías privadas que manejan datos sensibles, algo muy interesante si tenemos en cuenta que no sólo los gobiernos pueden ser objetivo de ataques terroristas.

PC WORLD