Después de hacer del eslogan "Think Different" un signo de identidad y de mofarse durante años de Windows y sus usuarios, Apple ha decidido abrir la puerta al denostado sistema operativo. Algo que se veía venir desde que decidiera instalar procesadores Intel, sinónimo de Microsoft.
Esta semana ha anunciado el software gratuito Boot Camp, que permite que Windows XP y otras versiones de Windows (pero no el nuevo Vista) puedan funcionar en una computadora Mac, de tal manera que el usuario pueda cambiar
fácilmente de un sistema operativo a otro dentro de la misma máquina.
Esto supone que numerosas aplicaciones creadas exclusivamente para Windows puedan correr sobre un Mac OS X. Otra ventaja que los usuarios de Windows pueden disponer simultáneamente de un sistema operativo como es Mac OS X, bastante más estable y seguro. Si funcionará o no la nueva propuesta comercial de Apple es una gran incógnita.
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