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Desde IBLNews (18 de junio de 2002) se nos advierte de que El teléfono móvil puede convertirse en un peligroso espía en las empresas.

Una empresa israelí formada por ex-Mossad comercializa un rastreador de móviles.

Un simple e inocente teléfono móvil puede convertirse en una peligrosa arma de espionaje. Aplicando una pequeña modificación, el terminal móvil queda en una especie de estado durmiente. Entonces, su propietario hace una llamada al teléfono durmiente y éste, sin haber emitido señal sonora alguna, se activa y empieza a transmitir sonido. Imagínese la escena porque es real: un teléfono móvil queda "accidentalmente" semioculto en una maceta, por ejemplo, de la sala de juntas de una empresa y a una llamada se activa retransmitiendo todo lo que se habla allí. Un caso puro y duro de espionaje industrial.

¿Quién iba a pensar que ese móvil que parecía olvidado por no se sabe quién en un sillón o en un armario y que nunca sonaba, era, en realidad, un instrumento de espionaje? Algunas corporaciones internacionales se han encontrado ya con adversarios que misteriosamente conocían los términos concretos de una reunión, siendo el culpable aquel Nokia o Motorola que no era de nadie. El teléfono espía está aquí, ciertamente, y ha sido una empresa israelí -muy propio- quien ha desarrollado tecnología para detectar estas transmisiones. Netline Communications Technologies, www.netline.co.il, ha creado una especie de rastreador de teléfonos móviles que funciona desde una PDA, detectando actividad de móviles en una habitación concreta.

Sus fundadores, Ben Te'eni y Gil Israeli, de 33 y 34 años, respectivamente, proceden del Mossad y saben mucho de la materia. Afirman que su rastreador, denominado Cellular Activity Analyzer, puede servir también para prevenir detonaciones de bombas a través del teléfono móvil y para evitar que haya celulares en las prisiones, impidiendo que los reclusos se comuniquen y coordinen operaciones con el exterior. De momento, Netline Communication Technologies ha facturado en un ejercicio cerca de dos millones de dólares. ¿Su estrategia de comunicación? El word-of-mouth, o recomendaciones boca-oído, y la curiosidad periodística, dada a escribir de este tipo de temas en una impagable publicidad indirecta.

Saludos