Desde que el hombre andaba descalzo y con taparrabo, sólo se preocupaba por comer, dormir y aparearse, pero siempre ha tenido en su pensamiento a las armas; ya sea para atacar o defenderse. Puede que éstas hayan evolucionado tanto que pueden esconderse en un sombrero o en la manga de una camisa, sin pensar que las armas reales no son las que utilizan soldados en grandes batallas, pues éstas están por doquier regadas en nuestro entorno.
No sólo son las minas antipersonales sembradas en los campos, ni los virus esparcidos en el ambiente, tampoco se crea que son los cuchillos, punzones o “champetas” que carga algún ladrón. Las armas que están afectando lentamente la creatividad, la inteligencia, la investigación, la familia, las relaciones interpersonales y la estabilidad mental y física las encontramos diariamente en supermercados y tiendas especializadas.
Las armas que atacan todas las cualidades antes mencionadas no están en la sección de frutas y verduras o en la de abarrotes; se encuentran en la sección de artículos electrónicos, pues son todos aquellos artefactos, ¿o adefesios?, electrónicos que invaden nuestra cotidianidad; el celular, las agendas electrónicas, el Internet, los computadores portátiles, la televisión y el cable.
¿Cómo puede un aparato tan efectivo, imprescindible, liviano y económico ser un arma mortal? Aunque no lo crea, ese aparato que se ajusta en su correa puede hacer que usted muera en un accidente de tránsito, de acuerdo al modelo puede causar cáncer o detonar una bomba. ¿Asombrado?
El teléfono celular es utilizado desde 1980 y todavía sigue creciendo. El teléfono portátil puede ser una ventaja para ubicar a una persona o para poder comunicarse en sitios remotos… lastimosamente, hay personas que no saben convivir con el prójimo y su teléfono; hay varias tipologías respecto a esto desde las personas que gritan su conversación a los cuatro vientos hasta aquellos que no lo dejan ni para bañarse.
Bueno, como se mencionó anteriormente puede ser una buena herramienta para los negocios, pero este artefacto ha llegado a dominar tanto el mercado que se ha convertido en motivo de discriminaciones sociales y culturales; algunos jóvenes no lo ven como una herramienta sino como una nueva forma de marcar un status quo, y mientras algunos siguen recordando los números telefónicos escribiéndolos en la mano o en un memo, los demás siguen rindiéndole pleitesía e idolatrando a un artefacto que acorta distancias, no barreras sociales.
Por otro lado, en muchas películas y hasta en la vida real (recuérdese la revolución industrial), al hombre le preocupa ser reemplazado por máquinas… ¿Sabe usted qué es una secretaria? Depronto pensará en aquella chica entre 20 y 27 años de edad, generalmente rubia, con 175 o 180 cms de estatura, de muslos y senos firmes, vestida con minifaldas que dejan boquiabierto a todo el personal; pero de un tiempo para acá esa concepción ha cambiado.
Ahora son negras o plateadas, de aproximadamente de 12 cms, con pantalla de cristal líquido y lo mejor… no le cuentan las infidencias del jefe a la esposa de él. Aunque no han estudiado en ninguna universidad pueden hacer conversiones monetarias, traducciones instantáneas y hasta guardar en la memoria más de 1000 números telefónicos… No llame a la agencia de empleos más cercana a que le manden una, las puede conseguir en la tiendo de artículos electrónicos, se llaman PALM, ¿las conoce?
Al igual que el celular las Palm son unos marcadores del status quo, tanto que existe una página Web llamada www.gentepalm.com, en las cual un montón de personas alrededor del globo solamente habla de la utilización o modelo de agenda digital que utiliza. Depronto puede pensarse que este invento no le hace ningún daño al individuo común y corriente (o al que puede comprar una palm), pero coarta el ejercicio de la memoria; como todo puede apuntarse el ser humano ya no se preocupa por ejercitar este “músculo”.
Pero yendo un poco más allá y siendo aseverados, o de pronto exagerados, quién puede afirmar o negar algunos accidentes que las palms pueden causar. Imagínese lo que pasaría si deja el lápiz óptico olvidado en el asiento el auto o ¿qué le haría a su hijo si la confunde con un Gameboy e intenta formatearla para poder jugar en línea con el compañero de escuela? Recuerde que teniendo una palm usted no podrá sacar excusa alguna si se le olvida el cumpleaños de la suegra o de la tía Josefina.
Para no extendernos más en este aparato, no hay que olvidar a los modelos más recientes en el mercado; aquellos que permiten conexión a Internet. ¡Oh!... El Internet o ¿será mejor llamarla la mejor herramienta para promocionar las vagancia estudiantil?
Los inicios de Internet nos remontan a los años 60. En plena guerra fría, Estados Unidos crea una red exclusivamente militar, con el objetivo de que, en el hipotético caso de un ataque ruso, se pudiera tener acceso a la información militar desde cualquier punto del país, pero ahora se obtiene la información académica, pornográfica y hasta religiosa.
Desde la utilización del Internet por parte de los jóvenes los trabajos están más completos y con más datos… ¿Habrán aprendido las herramientas de investigación o desean esmerarse más en los trabajos? Pues claro que no; desde que algún vivo se dio cuenta que se puede explotar mejor las herramientas CTRL C y CTRL V hacer un trabajo es fácil y, obviamente, olvidando dar crédito a los autores intelectuales de los artículos o investigaciones que han fusilado.
Pero el Internet no sólo ha hecho estragos en la academia, sino que también en la vida privada de las personas. Cada día es más fácil hacer transferencias monetarias ilegales y hasta seducir a un menor de edad, promocionando así la pedofilia.
Con el Internet han renacido los piratas medievales, claro pero ahora no persiguen las joyas de alguna corona, sino las canciones, libros o películas de moda. Los enamorados que con infinito furor y deseo enviaban una esquela perfumada a la niña que amaban, ahora un correo electrónico lo soluciona todo.
Si de beneficios se trata, Internet tiene uno y quizás el mejor de todos: es capaz de unificar naciones, no se crea que es por tratados intercontinentales sino por las salas de Chat que son invadidas por personas de diferentes países y de vez en cuando se toman su tiempo para mostrar las bellezas del país de orígen.
Puede que sólo se hayan mencionado las armas más novedosas y de última tecnología, pero la última arma a la que se hará referencia es un integrante más de su familia… ¿se acuerda usted de su tío? Ese que se llama televisor. La tele, es el miembro más importante de la familia y al que le hacen más caso y le prestan más atención los niños y es el único miembro que puede estar más de dos horas con el abuelo sin fastidiarse.
Son pocos los países que tienen una verdadera política de televisión educativa y que utilizan para lo que mejor debería hacer la tele: educar. Pero los royalties han hecho que la gente sea más hueca y ría o llore por personas que nunca conocerá. Muchas veces causa la rebeldía estudiantil, problemas de la vista, discusiones maritales (especialmente los días de fútbol) y es un distractor; ya que muchas veces se prefiere un cerveza y el televisor que una reunión familiar o la ejecución de una tarea.
Pedirle a la ONU que haga una inspección casa por casa en busca de las armas aquí mencionadas es imposible; pero usted, desde su casa o trabajo, puede tomar algunas medidas de seguridad para que el ataque no llegue de sorpresa y que la generación que viene en camino haga una utilización correcta de estos elementos y no hagan como la generación actual que las han convertido en un problema latente que causa la muerte, la ignoracia, la pocas ganas de superación y, muchas veces, la estupidización.
Jesus David Cabrera Jaramillo (Noticias) 14.01.05
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