Un experto cifra en 80.000 los virus informáticos existentes y pone en entredicho la utilidad de los antivirus



El presidente de la compañía de seguridad informática Secuware, Carlos Jiménez, aseguró hoy --en su intervención en el Foro de la Auditoría y Seguridad de las Tecnologías de la Información, organizado por Fundación Dintel-- que hay 80.000 virus distintos que circulan por Internet en la actualidad y cada mes surgen alrededor de un millar nuevos.

En su opinión, esto pone en entredicho la eficacia de los actuales sistemas antivirus y obliga a un planteamiento nuevo basado en "ejecutar solo aquellos programas en los que merezca la pena confiar".

Jiménez advirtió que "hay gente atacando constantemente los sistemas" y añadió que "detrás de cada ordenador personal hay un usuario y cada uno puede ser un atacante". Según dijo, el problema es "quién quiere hacer daño, desde un empleado descontento hasta un terrorista internacional".

"Tenemos gente que sabe hacerlo, pero no es mala, y gente que es mala y no sabe cómo hacer esto. El problema es que si ambos mundos se juntan y alguien ofrece seis millones de euros para hacer un ataque masivo o si un adolescente despechado decide vengarse del mundo", destacó este experto.

En opinión de Jiménez, los antivirus no resultan útiles en la actualidad "porque el usuario se ha malacostumbrado". "Es difícil implementar medidas de seguridad porque el usuario entiende que son para controlarle a él", añadió.

El responsable de Secuware consideró "inconcebible" que los ordenadores de última generación se puedan estropear fácilmente y destacó que el problema es que "el PC puede ejecutar cualquier cosa, también los virus".

En relación a los antivirus, explicó que, además de hacer un ochenta por ciento más lento el ordenador --lo que provoca que muchas empresas prescindan de ellos--, su problema es que funcionan como las fotografías de los terroristas más buscados a la hora de detectarlos.

"Esto tenía sentido hace quince años, cuando existían treinta virus y se extendían fabricando disquetes. Con Internet se empezaron a intercambiar ataques, virus, información..., lo que los hace inútiles", añadió.

Jiménez explicó además que aunque el fabricante tuviera preparado el antivirus en el instante cero de propagación del virus, el problema es que éste se distribuye de forma exponencial, mientras que el fabricante debe colgar el virus en su web para que el usuario se lo descargue, lo que provoca un cuello de botella.

La solución estos problemas pasa por un cambio de modelo y medidas "más restrictivas". "De la misma forma que para proteger al Rey se reparten credenciales entre aquellos que se pueden acercar a él, sólo debemos ejecutar aquellos programas en los que podamos confiar, concluyó.

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