José Antonio Mañas, catedrático de Ingeniería de Sistemas Telemáticos de la Politécnica de Madrid, explicó hoy que más del 60 por ciento del correo electrónico que se recibe "está destinado a ir a la basura, pues es innecesario", y calculó que a los mensajes publicitarios no solicitados por los destinatarios le quedan como máximo dos años.


Este experto intervino el martes en la IV Semana Internacional de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), que se celebra en Santiago, donde, según informó la organización en nota de prensa, se refirió a los problemas que genera el correo comercial o publicitario que entra sin que se haya solicitado.

Este exceso de envíos no pedidos, explicó, causa molestias a empresas y particulares que malgastan su tiempo borrándolos, con el riesgo que ello conlleva de pérdida de mensajes importantes.

El catedrático auguró que a este correo "no le quedan ya más de dos años de vida", pero dio algunos consejos a los asistentes para que aceleren este proceso.

Entre ellos, recomendó eliminar todos los correos comerciales, no abrirlos e instalar clasificadores. "El "spam" (correo electrónico basura) es un problema social, un negocio rentable para las empresas anunciantes" y por este motivo "cuantas menos respuestas reciban, menos recursos gastarán en enviar correos basura", afirmó Mañas en su ponencia.

Por su parte, Jess García, profesor del Sans Institute, se refirió a las últimas herramientas en seguridad informática, conocidas como "máquinas trampa", a través de las cuales una empresa puede ver cada paso que da un intruso o hacker dentro de su sistema y, de este modo, buscar las mejores barreras para impedir ataques, como pueden ser las intromisiones en bases de datos.

Jess García definió esta sistema como "contraespionaje en la red" y "una forma de aprender de los hackers". El profesor aseguró que se podría utilizar tanto para investigación en empresas de grandes recursos como en pequeñas firmas, ya que también cuentan con agujeros en su seguridad.

Además, el socio fundador de la empresa de seguridad informática Hispasec, Bernardo Quintero, demostró la vulnerabilidad de las organizaciones a los ataques informáticos durante su ponencia.

Quintero, que indicó que en España sólo se detectan el 5 por ciento de los ataques informáticos, apuntó que consiguió introducirse en las redes internas de tres hospitales enviando un sencillo correo electrónico donde consultaba el número de atención al cliente y, al mismo tiempo, remitía un programa oculto destinado a descubrir los puntos débiles del sistema.