Bruselas consensúa con los Quince una multa de 497 millones de euros, según 'Financial Times'



BRUSELAS, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

La compañía estadounidense Microsoft no tiene conocimiento de la multa que hoy han acordado la Comisión Europea y los Quince por abuso de posición dominante, según indicó el portavoz del grupo informático en Bruselas, Thomas Brooks, a Europa Press. Sin embargo, fuentes de Microsoft valoraron positivamente que el montante de 497 millones de euros no sea tan excesivo como los 2.430 millones de los que se habló en un primer momento.

Brooks no pudo ni confirmar ni desmentir el alcance de la decisión de la UE, que tendrá que ser refrendada por el Colegio de Comisarios en su reunión del próximo miércoles. Las citadas fuentes destacaron que la sanción es "casi la correcta" que esperaba Microsoft después de que las negociaciones se rompieran la pasada semana.

En principio, las normas europeas contemplan para este tipo de casos una sanción de hasta el 10 por ciento del volumen de negocios de la empresa afectada. En el caso de Microsoft, el máximo hubiera sido de alrededor de 2.430 millones de euros (3.000 millones de dólares).

Asimismo, Brooks subrayó que la eventual decisión de Microsoft de ir a los tribunales se tomará únicamente tras la notificación de Bruselas. La ruptura de las conversaciones pusieron fin a cinco años de pesquisas en el seno del Ejecutivo comunitario.

El comisario de Competencia, Mario Monti, consiguió la pasada semana el respaldo de los gobiernos de la UE a su conclusión de que la multinacional vulnera en varios flancos la ley europea de competencia y de que merece ser sancionada por ello.

En concreto, la UE censura que la empresa de Redmond incluya en su sistema operativo 'Windows' el reproductor multimedia 'Windows Media Player', restringiendo así las posibilidades de éxito de programas alternativos. Además, rechaza que 'Windows' sea incompatible con los servidores para redes informáticas de empresas rivales a Microsoft.

Pero pese a la certeza de la culpa, el dictamen condenatorio no era la salida preferida por Bruselas, ya que abre la vía a una recurso judicial por parte de Microsoft que puede retrasar durante años el acatamiento efectivo de las reglas comunitarias. Por eso, hace una semana un portavoz de la CE dejó caer que "si la compañía llama a nuestra puerta, le escucharemos".

El martes por la tarde, el presidente de Microsoft, Steve Ballmer, llamó a la puerta del despacho de Monti. Comenzó así un último intento de lograr una salida pactada a través de una intensa reunión de negociación, que se repitió el miércoles, e incluso la mañana del pasado jueves, pero que no alteró los planes del comisario.

Poco después del mediodía del jueves, Monti anunció que rompía la baraja. "Hemos logrado progresos sustanciales para resolver los problemas del pasado, pero hemos sido incapaces de lograr compromisos sobre la conducta en el futuro", lamentó el comisario, en una imprevista declaración a los periodistas.

El responsable italiano consultó esta mañaba con los representantes de los países de la UE los detalles del dictamen final y el miércoles los someterá a la aprobación definitiva del resto de comisarios.

DOS EJES

Por un lado, habrá una sanción económica de 497 millones de euros, la más alta en la historia de la UE. Por el otro, una batería de medidas correctoras para que las prácticas del líder de la informática dejen de vulnerar la ley antimonopolio europea.

"Al final, he tomado la mejor decisión para la competencia y para los consumidores europeos", aseguró la pasada semana el comisario, quien subrayó la conveniencia de que la decisión siente "un fuerte precedente" ante "casos que están ahí o en el horizonte", sin aclarar si se refería a otros expedientes abiertos contra Microsoft --la CE investiga también su sistema de licencia-- o a las veleidades monopolísticas de las grandes empresas en general.

En cualquier caso, la parte del dictamen relativa a las reformas operativas es la más relevante, según coinciden en señalar fuentes de la CE y de la compañía, y ha sido el objeto exclusivo de la negociación. Oficialmente, nada ha trascendido sobre las exigencias concretas del regulador europeo, ni sobre la flexibilidad de la compañía.

No obstante, fuentes oficiosas aseguraron que la CE habría instado sin éxito a Microsoft a que proporcionase a sus rivales parte de las fuentes de programación de 'Windows' con sus rivales, para permitir una compatibilidad total entre sistemas.

En cuanto al reproductor multimedia, Bruselas habría exigido a Microsoft la desvinculación plena entre 'Windows' y 'Media Player', mientras que los representantes de la compañía sólo accedían a que los fabricantes de ordenadores incluyesen de oficio los reproductores rivales.

REACCION DE MICROSOFT

Tras la ruptura de las conversaciones, Microsoft lamentó no haber convencido al Ejecutivo comunitario de la bondad de sus concesiones. "Creo que nuestra oferta podría haber resuelto las cuestiones del caso, no sólo en Europa, sino en todo el mundo y de manera inmediata", aseguró el vicepresidente de la compañía Brad Smith, haciendo tal vez referencia a los problemas de la compañía con las autoridades de competencia de Estados Unidos o Japón.

Más comedido, el presidente Ballmer coincidió con Monti en que las frustradas conversaciones se han desarrollado "en un espíritu de cooperación y profesionalidad" e incluso dejó una puerta abierta al acuerdo. "Dado el tremendo valor que atribuimos a nuestras relaciones con los gobiernos en Europa, hemos hecho todos los esfuerzos para llegar a un acuerdo amistoso, y espero que aún podamos hacerlo en una próxima fase", apuntó.

De momento, todo apunta a que la próxima fase se jugará en los tribunales. Esto abrirá un proceso que podría prolongarse durante años. La primera batalla puede versar en torno a la suspensión o no de las sanciones que imponga la UE.

En principio, el mero hecho de recurrir a la Corte de Luxemburgo no garantiza esa suspensión, sino que se requiere además una petición específica que lleve a los jueces europeos a declarar la conveniencia de congelar las medidas.