Microsoft rebajará sus artículos para competir con Linux
Según afirmaciones en la edición de ayer del diario International Herald Tribune, la nueva estrategia de Microsoft se basará en una rebaja en el precio de sus productos con el fin de competir con el emergente sistema operativo Linux.
Por: [email protected]
El diario asegura que según emails internos obtenidos de Microsoft, uno de los jefes de ventas, Orlando Ayala, autorizó a varios ejecutivos para que ofrecieran grandes descuentos. “Bajo ninguna circunstancia se debe perder ante Linux” decía Ayala en una de las notas. Ningún portavoz de Microsoft se ha pronunciado acerca de este artículo.
La empresa que dirige Bill Gates es la creadora del sistema operativo hegemónico en el mundo. Varios rivales de Microsoft, sin embargo, están promoviendo Linux como una alternativa más económica a Windows. Las rebajas en sus precios que los medios, en este caso el Herald Tribune, dan por hechas, podrían aportar más presión a la mayor compañía de software del mundo. La compañía de Seattle se enfrenta desde los últimos meses a una intensa investigación por parte de varios reguladores europeos debido a un supuesto abuso de hegemonía en el mercado. Varios gobiernos y organizaciones están interesados en incorporar Linux en sus equipos, sistema que se ha erigido ya como un serio competidor para Unix y Windows.
Sin ir más lejos, el Ministerio del Interior alemán ha empezado a sustituir los anteriores sistemas por Linux. Este software se incluye ya en el 15% de todos los servidores distribuidos en la Europa del este, después de 2002, comparado con el 56% que utiliza Windows, según datos de la firma de investigación IDC.
Linux, que constituye un sistema operativo que pertenece a toda la comunidad del software, está siendo distribuido por cientos de compañías, que tan sólo cobran por modificaciones, servicios o mantenimiento, ya que el software es gratuito. Para algunos expertos, Linux es el sistema operativo favorito de la mayoría, pero es relativamente inmaduro y el desarrollo de un software comunitario lleva mucho tiempo, un ciclo que aún no se ha completado y está aún a la expectativa de la respuesta de los usuarios y el resto de compañías.
