precio de ser un hacker de unix
1) Ser hacker es mucho trabajo. No es una forma de jugar para niños que solo le dediquen 15 minutos. Debes aprender a operar y programar un sistema.
Debes investigar como ejecutan el codigo fuente de los scripts.
Es un largo camino asi que estas avisado.
2) Ser hacker es ilegal. Por lo menos en la mayoria de los paises existen leyes creadas para los hackers. Argentina e Irlanda no tienen leyes para perseguir un hacker. Confia en que si saben quien eres, vendran por ti.
3) Hackear consume tiempo. No puedes ser hacker la mitad de un año, despues hacer una pausa de 3 meses y regresar.
El tiempo corre rapido en Internet. Nuevas versiones unix, nuevos bugs y nuevas curas. Cuando tu exploit pase de moda deberas rogar por
conseguir la informacion mas nueva, y si eso pasa ellos nos estaran muy felices por eso.
estas preparado????
tomen este post como quieran
jajajajajaja
seguridad tienes que estar seguro para poder usar unix :p
se toman este post ustedes que creo que son avanzados bueno este post es para recien iniciados(novatos como yo)
por cierto por ke que me tienen tan mala en vez de molestarme corrijanme o ayudenme para poder ser mejor :p
Mas de uno deberia leer este Texto, es muy bueno
Programadores expertos, personas con conocimientos técnicos informáticos cuya pasión es inventar programas y desarrollar formas nuevas de procesamiento de información y comunicación electrónica, magos de las redes. Hay infinitas definiciones, pero el número de verdaderos hackers es muy reducido. “Aprendices hay muchos pero expertos de verdad muy pocos” asegura Carlos Sánchez Almeida, abogado especializado en telemática que ha llevado la defensa de algunos de los casos de los hackers más famosos de España. No obstante, tanto aprendices como maestros son herederos de una misma cultura vinculada a los primeros ordenadores de tiempo compartido y a los experimentos pioneros con lo que más tarde se convertiría en la Red que todos conocemos. Esta es la teoría que maneja el célebre sociólogo Manuel Castells, gurú informático y teórico de la Sociedad de la Información.
“Es una cultura de comunicación horizontal y libre”, ha afirmado en más de una ocasión. Un hacker inventó el correo electrónico en 1970 sin comercialización alguna. Otros inventaron el módem y mediante redes de comunicación electrónica se han creado los tablones de anuncio, los chats, las listas electrónicas y todas las aplicaciones que hoy estructuran Internet. Es la herencia de un movimiento que surgió en los años sesenta entre determinadas comunidades científicas de universidades norteamericanas como Berkeley (California) o el MIT (Boston). El mismo huerto en el que brotaba el imperio Microsoft de Bill Gates compartía reivindicaciones pacifistas (en plena guerra de Vietnam) o democráticas “computers for the people” (computadores para la gente) Ahora, exceptuando a estos llamados “padres de Internet”, los expertos del lenguaje máquina son casi todos menores de 35 años, tal y como se puede verificar en algunas de sus reuniones en el mundo real, los llamados hackmeetings.
El pasado encuentro a nivel nacional de hackers tuvo lugar en la casa okupada El Laboratorio III de Madrid en noviembre del año pasado y había hasta 500 personas de toda España involucradas en la organización mediante listas de correo electrónico a lo largo del año. Se trata de un movimiento que no sólo involucra a expertos informáticos sino también a artistas visuales, algunos de los cuales son capaces de construir su propio software para mezclar imágenes, net-artistas (artistas de la red), intelectuales digitales o arquitectos, (hackquitectura). Y es que “el hacking es un movimiento amplio si tenemos en cuenta que en alguna de sus acepciones se puede definir como el uso de una tecnología de manera no prevista en su concepción original” asegura José Pérez de Lema, arquitecto sevillano y pionero de la hackquitectura en España.
Algunos de ellos dominan al menos cinco lenguajes máquina (Python, Java, Unix, Perl o LISP), son capaces de crear su propio software o de construirse un PC en una maleta a partir de piezas sueltas de ordenador. Como es lógico, estos conocimientos son altamente valorados en la sociedad actual, y muchos de ellos trabajan en departamentos de seguridad y desarrollo de sistemas o en otras ramas de la informática. Aunque también son abogados, periodistas, profesores, o sociólogos, como el propio Manuel Castells o el catedrático de informática de la Universidad Juan Carlos I, Jesús Barahona, otro de los gurús más respetados del país. Es quizá por este alto grado de conocimiento de un medio tan inhóspito para la mayoría, sumado a la concepción generalizada de que son gamberros o delincuentes virtuales, que los hackers parecen estar rodeados de un halo de misterio y elitismo.
Pero en la cultura en la que se mueven estos real programmers existe una máxima moral, el bien común, tal y como recoge Eric S. Raymond en uno de sus textos clásicos, “Cómo convertirse en hacker”. Y es que ante todo hay que diferenciar entre hackers y crackers. Los últimos son habitantes dañinos del ciberespacio, los que irrumpen ilegalmente en los ordenadores ajenos, los que roban códigos, crean virus y dan mala fama al resto de la comunidad ciberespacial. La principal diferencia es que se concentran en destruir en vez de en construir. “Es como si alguien dice que sabe de mecánica de coches porque sabe hacer un puente en una llave de contacto”, asegura Dani, que cree que lo que hacen los crackers no tiene mérito. Este chico que no llega a los 30 años empezó a programar cuando tenía tan sólo quince y ahora es un experto en redes que trabaja como ingeniero de telecomunicaciones aunque nunca haya estudiado esta carrera. Él no se identifica como hacker, “es que es una palabra que tiene demasiado peso” dice, “se crean demasiadas expectativas sobre lo que eres capaz de hacer”. Una de sus luchas es la de quitarle elitismo a lo que hace. Pero hay otras luchas, porque Dani, como otros muchos expertos, utilizan sus sofisticados conocimientos con objetivos sociales. Se trata de una vertiente llamada hacktivismo. Transmiten en directo en la red eventos tales como desalojos, manifestaciones o encierros (por una técnica llamada streaming), o lanzan a Internet información alternativa a la de las grandes cadenas de televisión, como Guerrilla TV News (www.guerrillanews.com) , o Pirate TV (www.pirate.tv ). Dan soporte digital a numerosos grupos del llamado movimiento antiglobalización, y facilitan la comunicación entre grupos de personas. Y es que los hackers parten de la base de que “toda la información debería ser libre”, ya que para estos autodidactas esta libertad es lo que les permite continuar aprendiendo día a día.
Es este espíritu libertario y la confusión entre hackers y crackers lo que parece propiciar que el resto de la sociedad los vea como gamberros cibernéticos o directamente delincuentes, pero “son los hackers los que construyen la red a diario”, asegura Sánchez Almeida. “En la medida en que sus descubrimientos sobre seguridad informática, y sobre el mismo funcionamiento del protocolo TCP/IP, en el que está basado la red, permiten dotar a ésta de más seguridad”. Además, otro de los carros de batalla de este colectivo es el llamado software libre o código abierto. Se trata de un movimiento que propugna la libre creación y distribución de programas informáticos. Una propuesta que el propio fundador de la compañía informática Sun Microsystems, con más de 40.000 empleados en todo el mundo, Scott McNealy, defendía en una entrevista a EL PAÍS (Domingo 2 de febrero). “Nos encanta el movimiento de código abierto porque está creando una innovación masiva”, y permite que las empresas y los usuarios no se gasten todo el dinero en sistemas operativos de Microsoft sino que pueden invertir en otro tipo de servicios, que es lo que empresas como la suya vende.
Manuela Villa
http://www.ladinamo.org
